jueves, 3 de febrero de 2011

Porque si.

No podría recordar, todas las veces que me pregunte, qué estaba pasando. No puedo contarlas, fueron muchas, muchísimas, durante mucho tiempo. Tal vez incluso, hasta hoy, que, por fin, creo haber encontrado esa respuesta, esa que siempre tuve en la cabeza pero nunca quise pensar.

Al final llegue a pensar que había sido todo cosa mía, pero, en esos momentos en los que, en pleno invierno zaragozano, te toca esperar a mama en una esquina, porque llueve, y no puedes ir en tu moto a casa, me puse a leer viejos mensajes de movil, y ahí estabas tu, siendo, el tu que alguna vez fuiste, ni el que creía al principio, ni el que creí al final, el que me hacia una gracia increíble, inesperada.

Easy come, easy gone, dicen. Parece ser, sorprendentemente llegaste y sorprendentemente te evaporaste de un día para otro, de una ciudad a otra, de un punto del mundo al otro, como siempre.

Cuantas veces me pregunte que pasaba, y cuantas veces me respondí, "esta con alguien, esta haciendo algo raro". Y cuantas veces, después de responderme, me lo volvía a preguntar buscando cualquier otra explicación, estúpida, por otra parte.
Nunca quise saber mas de lo que se, las cosas son fáciles de entender.

Y, en realidad, las cosas son, porque tienen que ser, y yo, me quedo con el cuatro, cinco y seis del once.

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