martes, 23 de noviembre de 2010

Dulces sueños

Buenas noches, princesa.

jueves, 18 de noviembre de 2010

El sitio de mi recreo

Hazme volar, sácame de cualquier situación, en cualquier momento, en cualquier lugar.
Dame aire, azul en el camino, duérmeme con una sonrisa cada día de mi vida, todos, todos y cada uno. Hazme llorar, hazme reír, hazme sentir, volar... Choca conmigo y acariciame.
Para el tiempo en un instante o hazlo pasar tan rápido que ni se sienta, se viento en la cara, agua fría. Fuego que quema en los labios, humo en la boca, deshazte y vuelve ha hacerte mañana, yo de momento me duermo esperándote.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Calles de Madrid.

Bajo las sábanas, mira por la ventana, hace sol.
Se cuela un poco de frío en la habitación, ventana abierta, pero se esconde bajo las sábanas, remolonea, se deja acariciar.

Y bajo el sol madrileño, que se cuela por la ventana y le da en la cara, sonríe. Todavía huele a ti. Igual que siempre, pero un poco mas cerca, demasiado cerca.

Todavía huele a ti...A tus brazos acariciándome mientras tumbada en tu hombro juego con tus orejas, tus labios. Tal vez un beso, tal vez una mirada.
Uno de esos momentos eternos que saben que no lo son tanto. Que se pierden en el aire desde un avión rumbo a Brasil.

Paseo, escucho música y me siento en una terraza de Gran Via a tomar un café. Disfruto de los últimos momentos contigo cerca. A unas paradas de metro, sabiendo que a las 6 nos vemos y que no sera así mañana.

Inesperada situación de tristeza, ganas de llorar y algún lloro a escondidas. Me he pillado los dedos jugando contigo, he cruzado esa linea que quedamos en no cruzar un día, esa linea que supe que nunca pasaría, y que aquí, en madrid, al sol, está mas que cruzada.

Era un juego con fecha, lo sabíamos, quisimos seguir. Hoy se acaba el juego, suena Quique en alguna habitación de alguna calle de Madrid, se esta haciendo de noche. Te espero para verte, darte los últimos besos y dormir por ultima vez entre tus brazos. Nunca había dormido tan bien, nunca me había sentado así un beso en la mejilla, una caricia, un abrazo.
Me gusta despertarme a tu lado, me gusta tu sonrisa que me pone nerviosa, me gusta que mires y morirme de vergüenza. Me gusta escuchar tu voz por detrás, - hola fea-. Me gusta madrid contigo. Me gustas.

Inesperadamente te echaré de menos. Noches con sello, miradas esquivas, copas, algún rincón de la latina, una vespa azul, una buhardilla, alguna canción, el sol en madrid, la luna en zaragoza.
Inesperadamente.
Ojalá no te fueras, ojalá vuelvas pronto, ojalá sea igual. Inesperadamente no me quiero olvidar de esta historia.

Aunque tu no lo sepas...