miércoles, 17 de agosto de 2011

La playa de la Concha.



Cierto aroma psicotrópico se escapa por la ventana. Igual que se fueron todas las cosas bonitas que un día dije, hice o pensé... Tal vez escribí.
Igual que se escapan las palabras de mi cabeza. Se intercambian por el susurro de un mar alterado por el viento, de unas olas que chocan contra la arena, tiñendo de blanco la oscuridad de la noche.

"Fue en un pueblo con mar..." Estaba pensando al coger el bolígrafo.
Sabina, cada año dedicando una canción, terminará diciendo, "que el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno..."
Y yo, envenenada por el romper de las olas, atrapada, dejándome llevar. Con cierto toque y sin muchas cosas que escribir, pero sí que pensar, y disfrutar. Perdí las palabras...

Empezando a sentir el peso del tiempo en la espalda... Carpe diem.