miércoles, 14 de abril de 2010

C´est Paris.

Mil horas rodando, vueltas y vueltas a las ruedas. Traqueteo, nervios y risas.
Volar y... París. Volar, volar muy alto, algunas imaginando París, otras sus chicos, hay quien duerme y quien se queja. Todas sonríen.

Y aquí cada persona es distinta de la de al lado. Cada ventana cuenta una historia distinta. La calle repleta de gente. Turistas, fotos y quien solo pasea, pasea por París. París de las mil caras, la ciudad cantada, rodada, bailada, pintada y escrita.

Ellas pasean en círculos. - París es un nombre bonito para una ciudad.- Y es que Hemingway preguntaba si París era una fiesta.
A sido su fiesta. Fuera completamente de la realidad. Nada normal, todo... especial.
Música a tope y la luz de París las enamora la primera noche. Canciones que cortan la respiración, en directo. Sólo miran y miran, habrá quien se moleste con tanta mirada, pero ellas no piensan, escuchan. Se pierden en las vistas de una azotea. Puntos efímeros.
Cigarros que terminan arrastrándote a una cama, se esta bien aquí, à Paris.
¿Hasta luego o hasta ahora? En una parada de metro se puede decidir.
Bienvenue, c´est rasta music club.

est Paris. C´est tout que j´aime, ce sont tous les que j´aime.

Surrealista París, gracias.

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